Estimados Amigos:
El día de ayer se reunieron los ministros petroleros de Rusia y SaudiArabia para tratar de acordar una reducción en la producción de crudo para soportar el precio e inexplicablemente no lo pudieron lograr.
SaudiArabia anunció entonces un incremento a la producción que se suma a una sobre oferta de 3 millones de barriles diarios que ya había, lo que provocó un desplome del precio de 30%. Esta situación creó un pánico en las bolsas de valores de todo el mundo y una estampida a los instrumentos más seguros como bonos de tesorería de EUA y monedas sólidas como el yen y el franco suizo.
Es obvio que este pánico se sumó a la situación del coronavirus que ya estaba provocando una revisión en el crecimiento del PIB global. Algunos analistas inclusive manifestaron que esperan una recesión mundial. Una de las consecuencias de una recesión en EUA en el corto plazo, es que pudiera afectar el resultado de las elecciones de noviembre, ya que el americano suele votar con el bolsillo más que por convicción política. En este caso, cuando el mercado incorpora una menor probabilidad de una reelección de Trump, lo ve como algo negativo.
Ante una economía con menor crecimiento, la expectativa de utilidades de las empresas es menor y la posibilidad de que algunas empresas muy apalancadas quiebren es mayor. Si esto sucediera, los bancos que les han dado préstamos incluyendo muchas empresas de la industria de energía que eran competitivas con el petróleo arriba de $50/barril, pero no a $30, podrían sufrir pérdidas relevantes. Esto ha hecho que los mercados accionarios se desplomen creando una espiral negativa más emocional que racional. Es importante enfatizar que los bancos están en una posición mucho más sólida ante la regulación de la ultima crisis y, si bien pudieran tener perdidas, no se prevé un riesgo sistémico como el que se vivió hace 11 años.
Por otro lado, en los mercados de renta fija, los bonos del gobierno de Estados Unidos se dispararon por la seguridad que ofrecen, llevando los rendimientos a mínimos históricos: el papel de 10 años rindiendo menos de 0.5% anual y el de 30 años 0.75% anual.
En términos generales, al final de enero del 2020, las valuaciones de las acciones estaban muy elevadas en términos históricos. Si a eso le sumamos una reducción temporal de utilidades derivada principalmente del coronavirus, no es sorprendente la baja en la bolsa. Lo que si sorprende es la rapidez de la caída, así como la volatilidad a niveles solamente vistos en la crisis del 2008. Esto nos dice que hay miedo. Cuando el mercado se torna irracional por el pánico de sus participantes, es importante mantener la calma y recordar que la única manera de invertir en la bolsa es hacerlo a largo plazo. Todavía después de esta caída, el mercado no es una ganga, en relación a valuaciones históricas; si sigue cayendo un 10-20% empezaremos a ver valor de manera clara, independientemente del pánico que pueda existir en ese momento. Como siempre, aunque no podemos saber que va a pasar en el corto plazo, a la larga las acciones van a regresar y los bonos se van a estabilizar, aunque con rendimientos muy bajos, pero muy por encima de lo que vemos hoy.
El gabinete económico del presidente Trump se va a reunir hoy, 9 de Marzo, en la tarde y va a proponer alternativas que pueden incluir la emisión de mucha deuda larga, aprovechando las tasas bajas, la recompra de papel más corto para generar liquidez, una baja adicional a los intereses de corto plazo, así como una presión extraoficial sobre Rusia y Saudi para que lleguen a un acuerdo de estabilización de producción. Es también probable que se discuta algún paquete de gasto en infraestructura en los próximos meses.
Lo más probable es que siga habiendo volatilidad y miedo conforme más gente se contagie del coronavirus.
No queremos que cunda el pánico, ya que la economía sigue sólida con desempleo muy bajo y sin inflación, y los balances de la mayoría de las empresas están muy sanos y es posible que el golpe económico del coronavirus sea temporal.
Seguiremos en comunicación con Uds.
LM Advisors
P.S. Anexamos 2 reportes, uno de UBS (Covid-19 and Oil Crash) y uno de Morgan Stanley (Covid-19 Sizeable Shock) que amplían con datos estadísticos nuestro análisis.